domingo, 28 de junio de 2015

Nutrición para el alto rendimiento

 
La Nutrición Deportiva está dirigida a establecer patrones alimenticios equilibrados para potenciar el rendimiento de un atleta. 57 km de Natación + 2700 km en bicicleta + 655 km en carrera a pie= Ultramaratón. ¿Cómo se puede realizar esta proeza si no con el mejor combustible? Esta obra está destinada a médicos, nutricionistas, entrenadores, preparadores físicos y deportistas en general interesados en mejorar el rendimiento. La Cineantropometría, los Suplementos, la Evaluación Nutricional, Dietas pre, per y postcompetitivas, Ayudas Ergogénicas, Vitaminas, Minerales, Alimentación Anabólica, Hidratación, Anorexia, Bulimia y la relación entre enfermedad y deporte son temas que realzan la importancia de este libro.  
 
 
 
 
 
 

miércoles, 17 de junio de 2015

Las células nerviosas “rompen” su ADN cada vez que se aprende algo

Los genes de respuesta temprana son los primeros genes en expresarse en una neurona tras la recepción de un impulso nervioso. Así, la activación de estos genes resulta crítica para el correcto funcionamiento de las células nerviosas, la plasticidad de las sinapsis – puntos de contacto entre las neuronas, o entre neuronas y otros tipos celulares especializados a través de los cuales se transmite información – y, en última instancia, los procesos de aprendizaje y memoria.
 
Un estudio dirigido por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) revela que la rápida e intensa expresión de los genes neuronales de respuesta temprana que tiene lugar tras la estimulación nerviosa es debida a que la actividad neuronal induce la formación de roturas en el ADN en las regiones promotoras de estos genes para favorecer su expresión.
 
Mediante técnicas moleculares y secuenciación masiva los investigadores observaron que la estimulación de la actividad neuronal activa la formación de roturas de doble cadena en regiones concretas del ADN reguladoras de la expresión de un conjunto de genes de respuesta temprana. Estas regiones se caracterizan por la elevada presencia de sitios de unión a la proteína CTCF, capaz de formar bucles en la molécula del ADN encargados de dirigir la interacción entre diferentes regiones reguladoras de los genes. Además, la enzima topoisomerasa IIβ – una de las encargadas de modificar la topología o conformación del ADN – es necesaria para la creación de los puntos de rotura dependientes de actividad nerviosa. La información obtenida sugiere que los puntos de rotura en el ADN y la expresión génica que se produce como consecuencia, se inician probablemente en respuesta a las restricciones topológicas marcadas por la presencia de CTCF, que impiden el reclutamiento de los elementos reguladores hacia las regiones activadoras de la expresión. Según el modelo propuesto, la topoisomerasa IIβ contribuye a liberar las restricciones topológicas y una vez activados los genes de expresión temprana, se inicia el programa de expresión génico en la célula nerviosa necesario para que se produzcan los cambios en las sinapsis asociados a las diferentes funciones nerviosas.
Sinapsis. Imagen: National Institute on Aging [Public domain], via Wikimedia Commons
 
Dada la relevancia de la formación de los puntos de rotura en el ADN que dependen de la actividad nerviosa sobre la regulación de la expresión de genes necesarios para las funciones de las neuronas, los investigadores apuntan que los resultados obtenidos en el trabajo tienen importantes implicaciones fisiológicas y patológicas. La primera cuestión al respecto es si la rotura del ADN de doble cadena producida de forma errónea o no reparada puede contribuir al desarrollo de patologías neurológicas. Del mismo modo, si con la edad o debido a otros problemas patológicos disminuye la capacidad de reparación del ADN, esto podría afectar seriamente a las funciones nerviosas.

“Cuando somos jóvenes, nuestros cerebros crean roturas en el ADN según aprendemos nuevas cosas; pero nuestras células se encuentran a su máxima capacidad de hacer esto, y pueden reparar rápidamente el daño para mantener la funcionalidad del sistema,” indica Li-Huei Tsai, director del Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del MIT. “Sin embargo, durante el envejecimiento, y particularmente con algunas condiciones genéticas, la eficiencia del sistema de reparación del ADN está comprometida, llevando a la acumulación de daños, y bajo nuestro punto de vista, esto podría ser muy perjudicial.”
 
El siguiente objetivo de los investigadores será determinar cómo se alteran los sistemas de reparación del ADN con la edad y cómo esto compromete la capacidad de las células para hacer frente a la continuada producción y reparación de los puntos de rotura en el ADN.

Los resultados del trabajo, unidos a otros recientes estudios en los que se demostraba cómo las neuronas alteran constantemente su ADN en respuesta o para regular la actividad sináptica, evidencian que el ADN de las células nerviosas es más dinámico de lo que se pensaba y que la capacidad de reparación de las modificaciones del ADN que llevan a cabo las células nerviosas para realizar sus funciones es crítica para el correcto funcionamiento de los circuitos neuronales.

Referencia: Madabhushi R, et al. Activity-Induced DNA Breaks Govern the Expression of Neuronal Early-Response Genes. Cell. 2015 Jun 3. pii: S0092-8674(15)00622-4. doi: 10.1016/j.cell.2015.05.032.
Fuente: http://newsoffice.mit.edu/2015/dna-breakage-learning-age-related-damage-0604

sábado, 13 de junio de 2015

Nutrición y enfermedad cardiovascular


En el 2011, las enfermedades cardiovasculares mataron a más de 17 millones de personas en el mundo y en la actualidad la OMS estima que durante los próximos diez años ocurrirán aproximadamente 20.7 millones de defunciones por esta misma enfermedad, de las cuales 2.4 serán atribuidas a la hipertensión arterial (OMS, 2012).



Seguir una alimentación nutritiva y bien equilibrada es una de las maneras más sencillas y eficaces de reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos. Aunque se han tomado medidas para informar a la gente sobre sus causas y su prevención siguen siendo una de las principales causas de muerte tanto en hombres como mujeres.

Elegir alimentos saludables es algo importante que usted puede hacer para reducir su riesgo de enfermedades cardíacas. Según la Asociación Americana del Corazón, cerca de 80 millones de adultos han tenido al menos una forma de enfermedad cardíaca que son desordenes que previenen que el corazón funcione normalmente; e incluyen la enfermedad coronaria arterial, problemas de ritmo cardíaco, defectos del corazón, infecciones y cardiomiopatía (engrosamiento o aumento de los músculos del corazón).

Los expertos declaran que usted puede reducir su riesgo de desarrollar estos problemas si lleva un estilo de vida que incluya una dieta saludable.Barbara Schneeman, experta en nutrición de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) nos recomienda seguir estos pasos simples cuando preparamos nuestras comidas:
  • Balancee las calorías para controlar el peso corporal
  • Coma al menos 4.5 tazas de frutas y vegetales al día e incluya una variedad de vegetales de color verde oscuro, rojos y anaranjados, frijoles y guisantes (chícharos).
  • Coma más productos marinos (incluyendo pescados aceitosos) en vez de carne y pollo.
  • Coma granos integrales, al menos tres porciones de 1 onza al día.
  • Utilice aceites para reemplazar grasas sólidas.
  • Consuma productos lácteos sin grasas o bajos en grasas.
La reciente «Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2010» publicada por el gobierno sugiere que los estadounidenses deben reducir su consumo de sodio (sal). La cantidad normal recomendada es de 2.300 mg. de sodio al día. Pero los estadounidenses mayores de 51 años, los afroamericanos de todas las edades y las personas que sufren de presión arterial alta, diabetes o enfermedades renales crónicas deben restringir su consumo a solo 1.500 mg. diarios.

sábado, 6 de junio de 2015

Libro: Toxicología Alimentaria

La toxicología alimentaria es una disciplina que reclama, cada vez más, la atención de investigadores y autoridades académicas, legislativas y gubernativas. El hombre ha debido aprender por experiencia propia, a veces dolorosa, a distinguir entre alimentos saludables y nocivos y, a lo largo de los siglos, a producir, conservar y preparar sus alimentos de la forma más beneficiosa. Pero el crecimiento de la población, la industrialización, la comercialización a gran escala, el mercantilismo, la no observancia de las legislaciones, etc., ha permitido la aparición de brotes e incluso de epidemias tóxicas de origen alimentario con cientos y hasta miles de intoxicados agudos, además de los incontables de carácter crónico, que son los que los alimentos pueden producir en mayor cantidad y de forma más solapada.


Contenido:
  • Introducción y conceptos.
  • Principales mecanismos de absorción de tóxicos presentes en los alimentos.
  • Importancia de la microbiótica del tracto gastrointestinal en toxicología.
  • Biodisponibilidad de sustancias tóxicas en los alimentos.
  • Evolución de la toxicidad de aditivos y contaminantes presentes en alimentos.
  • La aplicación de procedimientos in vitro en la evaluación toxicológica.
  • Evaluación de riesgos.
  • Biotoxinas marinas.
  • Toxinas de cianofíceas.
  • Alimentos con sustancias tóxicas de orinen natural: plantas superiores.
  • Intoxicaciones por plantas medicinales.
  • Intoxicaciones por setas.
  • Contaminantes biológicos.
  • La calidad como prevención de las intoxicaciones alimentarias.
  • Micotoxinas.
  • Riesgo tóxico por metales presentes en alimentos.
  • Residuos de plaguicidas en alimentos.
  • Residuos de medicamentos de uso veterinario.
  • Riesgos tóxicos por consumo de animales de caza.
  • Residuos de componentes de plástico en los alimentos.
  • Toxicología de los aditivos alimentarios.
  • Grasas y aceites alimentarios.
  • Las vitaminas.
  • Evaluación de los nuevos alimentos.
  • Alergia alimentaria.
  • Dieta y Cáncer.
  • Riesgo tóxico por radionúclidos.
  • Irradiación de alimentos.
  • Las fuentes de información en toxicología alimentaria: bases de datos accesibles en Internet.
  • Manejo clínico de las intoxicaciones alimentarias.

Descarga en: https://drive.google.com/file/d/0BxO2NiHrwkPTVFBSTzdGUVNjUUU/view?usp=sharing

jueves, 4 de junio de 2015

Péptidos con actividad biológica, el nuevo horizonte de los alimentos funcionales



Actualmente, las proteínas y péptidos con actividad biológica constituyen una de las categorías más importantes dentro del sector de los alimentos funcionales. Dichos péptidos pueden generarse durante el procesamiento de alimentos, por hidrólisis in vitro o durante la digestión gastrointestinal; sin embargo, estos mecanismos suelen ser insuficientes para generar un efecto funcional por lo que se recurre a la hidrólisis enzimática.

Los hidrolizados proteínicos han sido empleados para reducir la alergia a ciertas proteínas nativas, suministrar requerimientos nutrimentales, producir péptidos con efectos biológicos específicos tales como antihipertensivo, antiinflamatorio, hipolipemiante, hipoglucemiante, antioxidante, antimicrobiano y antitrombótico. Además, pueden potenciar ciertas características en los alimentos como la solubilidad, viscosidad, sabor y emulsión.

La obtención de hidrolizados proteicos puede darse mediante métodos químicos y enzimáticos. Debido a que los métodos químicos conllevan a efectos adversos tales como la oxidación y destrucción de algunos aminoácidos  y generación de compuestos tóxicos, se prefieren los métodos enzimáticos, los cuales minimizan la formación de dichos compuestos. La generación de hidrolizados proteicos por vía enzimática, involucra el uso de enzimas que rompan los enlaces peptídicos, generando péptidos de menor tamaño o incluso aminoácidos libres.

El grado de hidrólisis (GH) o porcentaje de enlaces peptídicos rotos en relación a la proteína original, clasifica a los hidrolizados como “limitados” o “extensivos” potenciando su uso en la industria alimenticia, en el mejoramiento de las propiedades funcionales, así como en la liberación de péptidos con actividad biológica. En este sentido, los hidrolizados extensivos representan un papel importante para el desarrollo de alimentos funcionales, por la actividad biológica que desencadenan.

Comercialmente, los péptidos bioactivos son constituyentes fundamentales de productos o ingredientes de alimentos funcionales como el producto lácteo Calpis AMEEL comercializado en Japón por Calpis Co., con acción hipotensora asociada a biopéptidos (IPP VPP); así como la bebida CholesteBlock comercializada en Japón por KyowaHakko con acción hipocolesterolémica y asociada a biopéptidos aislados de la soya. 

En la actualidad los péptidos con actividad biológica, están cobrando un importante auge en las empresas farmacéuticas y de alimentos, así como de diversos centros de investigación, por su importante actividad en el organismo y como una forma sencilla de inclusión en alimentos. De esta forma, se está viendo en los péptidos, importantes ingredientes funcionales y aliados en la prevención y tratamiento de enfermedades.

La inflamación como respuesta al daño oxidativo y tisular



Aunque el sistema inmune integra los principales mecanismos de defensa del organismo para el combate de microorganismos, es también responsable del desarrollo de fenómenos inflamatorios, que además de frenar el crecimiento de microorganismos, son causa de lesiones locales y/o generales, siendo en ocasiones difícil de discernir entre los aspectos benéficos y perjudiciales.

La inflamación es la respuesta del tejido vivo vascularizado a la lesión. Puede ser causada por infecciones microbianas, agentes físicos o químicos, tejido necrótico o reacciones de tipo inmunitario. La lesión celular irreversible, se produce como consecuencia a un agotamiento de ATP, producto de la disfunción de la membrana mitocondrial, ocasionada por la agresión de los RL, lo cual da como resultado una isquemia que conlleva a procesos inflamatorios como consecuencia de un aumento de las citocinas proinflamatorias y moléculas de adhesión, agravando la lesión celular y conllevando a una necrosis celular.

La respuesta inflamatoria genera una gran acumulación de células inmunitarias en el foco infeccioso. Estos proliferan y secretan al medio extracelular moléculas como IL-2, IL-4, IFN- g y diversos factores quimiotácticos, que inducen el reclutamiento y activación de neutrófilos, macrófagos y linfocitos, quienes a su vez, liberan al medio derivados de oxígeno altamente reactivos, lisozimas, prostaglandinas, leucotrienos y citocinas, como TNF-a, IL-1 e IL12, que amplifican la respuesta inflamatoria, con un especial potencial lesivo de los tejidos circundantes.

Dado su potencial lesivo, el organismo ha desarrollado mecanismos para minimizar el riesgo de daños durante las reacciones inflamatorias, como, por ejemplo, el estrecho control de los sistemas productores de ERO de las células fagocíticas. Sin embargo, la protección no es absoluta, y en ocasiones se producen algunos fenómenos inflamatorios que son el origen de numerosos patologías. Ejemplo de estas patologías con origen inflamatorio son las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad arterial coronaria, cerebral y periférica, el asma, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la resistencia a la insulina y diabetes, la obesidad, la artritis reumatoide, entre otras.